miércoles, 15 de abril de 2015

1 poema

de Miriam Reyes



No soy dueña de nada
mucho menos podría serlo de alguien.
No deberías temer
cuando estrangulo tu sexo,
no pienso darte hijos ni anillos ni promesas.
 
Toda la tierra que tengo la llevo en los zapatos.
Mi casa es este cuerpo que parece una mujer,
no necesito más paredes y adentro tengo
mucho espacio: 
ese desierto negro que tanto te asusta.


   
de Bella durmiente, Hiperión ediciones, 2004
 Tomado de: 
http://www.miriamreyes.com