sábado, 11 de abril de 2015

2 Poemas

de Natalia Litvinova



                                          Fotografía de Natalia Litvinova 


Tus ojos se han vuelto mi cenicero

días y noches te he escrito, la primera frase era no existe Rusia, París no existe.

mis manos se vuelven más y más invisibles, besarte es besar una pared en blanco,
y no nos hemos besado.

miro este cuerpo tan cuerpo, cuántos lo han amado (¿quién podría amar
un cuerpo perdido?), cuántos inviernos prematuros festejaron en su vientre.

al margen de esta hoja se escribe mi vida, y se asusta y se intenta poesía,
se intenta verso claro que fracasa y se vuelve cuerpo.

leo el testamento de Kafka como única carta de amor. pronto en París caerá la nieve.
en Rusia también, otra nieve. vendrá la primavera por vientre.

los que me han amado intentarán volver a mí por la fuerza.

querido, tus ojos se han vuelto mi cenicero.
besarte es besar la desventaja del tiempo.

leo el testamento de Kafka, lo único que me queda.
mientras, regresan tranquilos los que me quieren santa y desnuda.


El milagro de la comunidad

Lavo el piso en cuclillas. Paso el trapo mojado.
Trazo mi camino humilde.
Afuere sucede el milagro de la comunidad:
un coro de niños canta, los hombres cortan trigo,
las mujeres se bañan en el río.
Me arqueo contra el espejo, la soledad excita.
Pronto se derrumbará esta casa y la alta hierba
cubrirá las ruinas.
Mi hombre huyó ante el peligro.
En la poesía encuentro la oración para soportar
cada corte abrupto.

Tomado del blog: 
http://casajena.blogspot.com.es/