viernes, 10 de abril de 2015

Abandono

(del poemario aún inédito Las niñas que no saltan del tejado)

de Miryam Hache



Hay algo humoso,
la lluvia de la inminencia
en la espesura de las nubes.
Hay la voz de la pareja de compañeros de piso
a los que no importamos.
Tienen que irse.
Hablan por teléfono o hablan entre si
no sabemos, no importan.
Tienen que irse de nuestra casa.
Hay el sonido de una persiana
dices que no quieres decir
pero ya no sabes
y de tus labios caen palabras negras:
quizás vuelva a Málaga.

No te hablo de este dolor
que me causas en la mitad del abdomen,
en el pecho, las piernas, las todo.

Algún vecino dejó caer restos
de papel higiénico en nuestro patio.
Separo los brazos y grito:
¿Por qué? ¿quién es el hijo de puta que tira papel higiénico en nuestro patio?
Y las nubes negras como tu boca
se volcarán sobre nuestras cabezas.

La mugre densa incrustada en las juntas.
Barro
el polvo compacto pegado al suelo
hay
la lluvia precisa en mi pelo,
el barro incipiente en las cerdas de mi escoba,
tu balbuceo pegado a mi espalda,
la giratoria de un metal oxidado,
tu balbuceo pegado a mi espalda.
Los motores de los carros en la calle del fondo
yéndose.

Hay sus voces tras la pared,
el contraste de cubiertos,
las sartenes, el gas
tienes que irte
el fuego
dejarme
porque en cada década, en algún país del mundo, hay una generación sin futuro.

Hay sus pasos en el pasillo,
sus bruscos cierres de puerta

te irás
y ellos
todos
seguirán hablando.